Los vecinos de la pequeña localidad llevan desde 2021 montando la iluminación de Navidad en un esfuerzo conjunto y que pretende a la vez ser sostenible
Vivimos tiempos especiales. Mientras por un lado nos hablan del ahorro energético, de dejar el coche aparcado y coger la bicicleta o el transporte público, de viajar a zonas cercanas, de no bajar tanto el aire acondicionado y de no subir tanto la calefacción, una especie de carrera navideña lleva años en marcha. Las apuestas son las siguientes: quién enciende antes las luces (en un pueblo de León llegó a hacerse un 23 de noviembre) y quién pone más luces. Ante esta deriva, un pueblo, Felechares de la Valdería, da un ejemplo de cómo hacer las cosas sin ese derroche navideño que a mucha gente desconcierta.
“Esta iniciativa surgió en el año 2021 de parte de tres vecinos que pedían adornar la iglesia, la castañal y un pino. Al año siguiente, los puntos a iluminar fueron aumentando y se decidió hacer algo en común en el que participara todo el pueblo”. Quien explica esto es Álvaro Lobato, apicultor y vecino de este pueblo. Lo que hace diferente esta propuesta es que se financia de forma vecinal y voluntaria con una cuota de veinte euros al año, y si no llega el presupuesto, ayuda la junta vecinal. La instalación, explica Lobato, se hace con diferentes grupos de trabajo, pero solo con vecinos y vecinas del pueblo. “Hay quien se encarga de la iluminación más estándar, por decirlo de alguna manera, y quien se encarga de iluminar los edificios de arquitectura tradicional, así todo se complementa”, indica.
Si esto fuera poco, en Felechares tienen claro el concepto de ahorro energético, por lo que “las farolas que están encendidas el resto del año, en estas fechas se apagan, ya que con la luz proyectada por estos adornos es suficiente y los resaltan más si cabe”, detalla de forma orgullosa este vecino. Otro de los objetivos que plantearon en este pueblo regado por el rio Eria es que las luces vayan sin pilas, y de esta forma también se contribuye a reducir la contaminación. Pero no solo de luces viven en Felechares. Un vecino iluminó el molinín e instalo dentro un pequeño belén con una fuente de agua que se mueve con un motor.
Este pueblo de la Valdería, que fue el primero en recoger la toponimia tradicional y rotular su callejero en asturleonés y en castellano, sigue manteniendo los concejos y las facenderas —unas cinco al año— como forma tradicional de trabajo en común, y un ejemplo es esta iluminación. Otro es el bar comunal que están construyendo.
Desde la Junta Vecinal de Felechares invitan a todas aquellas personas interesadas en ver una iluminación lo más respetuosa posible con el medioambiente y en conocer un pueblo, si no lo conocen ya, que ponga en valor el patrimonio autóctono, tanto material como inmaterial. “Estamos a poco más de media hora de Astorga y a unos veinte minutos de La Bañeza y somos un pueblo que recibe con los brazos abiertos a las personas que quieran visitarnos. El río Eria nos imprime ese carácter”, bromea Lobato.
Uma mesa festiva envolve mais do que apenas preparar bons pratos. Eu adoro o Natal. Adoro a família reunida contando sobre o ano que passou e revelando seus desejos para os próximos 365 dias. É um dia de celebração em que tudo deve ser especial.
O Natal é o momento da família, amigos e, claro, de servir as suas melhores receitas. E qual melhor maneira de criar um clima festivo do que com uma mesa de Natal lindamente decorada? Quer você esteja buscando um visual tradicional ou algo mais moderno, há infinitas possibilidades para criar uma mesa que ficará na memória.
O importante é estarmos juntos dos nossos, unidos como sempre, afinal, o mundo está em pé de guerra, motivo mais que suficiente para promovermos a paz em nossas famílias.
Quando nos lembramos de um Natal especial, não são os presentes que o tornaram excepcional, mas o riso, o sentimento de amor e a união de amigos e familiares.
Desejo a todos um Natal repleto de paz e gratidão, sem ressentimentos e discórdias, afinal neste dia celebramos o nascimento de um menino muito especial que promoveu a harmonia e o amor.
lexington Company
A sueca Lexington Company e seu estilo jovem e casual para o Natal 2024, usa toalha listrada, flores e velas em uma mesa alegre e festiva.
Como você acha que deve ser a mesa da ceia?
Discreta e elegante, jovem e informal, rústica ou minimalista?
Na minha opinião deve ter a personalidade dos donos da casa.
Via Lexington Company
fugindo do lugar comum
Esta mesa é a inspiração certeira para quem quer fugir do tradicional, não gosta de decorações temáticas, mas não abre mão do clima festivo.
Um vistoso arranjo central e velas são os elementos que deixarão sua mesa em clima de festa.
Via Living Etc
em clima de floresta
O estilo rústico, com muito verde, madeira e pinhas sempre será uma escolha acertada, afinal a integridade e a simplicidade dos materiais tem tudo a ver com a festa.
Via Pinterest
farmhouse
Com listras, xadrez, cerâmicas e fibras naturais, o estilo das casas de fazenda está em alta, com uma decoração que exala simplicidade e elegância acolhedoras.
Via Pinterest e Living Etc
festivas
Aqui as mesas com madeira, ramos de pinheiro, pinhas, bolas e bagas vermelhas arranjadas em lindos centros de mesa, provam que a natureza combinada com a sua criatividade forma uma dupla imbatível.
Via Pinterest
neutra e casual
Seu estilo é informal, gosta da elegância despretensiosa dos neutros e detesta exageros, esta seleção com certeza vai render bons frutos.
Inspire-se!
Via Pinterest e Living Etc
clássico repaginado
As mesas são lindas, algumas coloridas, mas todas têm como base o clássico natalino, agora atualizado com cerâmicas e fibras naturais, muitas com lugares americanos no lugar de toalhas, e outras com pratos, taças e copos diretamente sobre a madeira.
Vamos lá, use sua criatividade e dê personalidade à sua mesa.